Un empresario británico, Charles Fawcett, compró 200 Land Rover Defender antes de que el modelo se electrificara.
La propietaria de un Honda Accord llevó el coche a una importante franquicia de talleres porque hacía un ruido extraño.
En algunos países europeos es cada vez más difícil que las personas con cierta edad puedan renovar su permiso.
Los motociclistas colocaron estos artefactos en la parte delantera de sus motos y comenzaron a lanzar chispas en mitad de un bosque donde es fácil arder.
La versión más prestacional del deportivo estadounidense cuesta 174.995 dólares, pero a cambio ofrece una potencia de más de 1.000 CV.